Aguas claras y aguas oscuras, pero navegando.
Y seguí el viaje, pues no podría haber parado, imposible.
Navegar y conocer lo desconocido. Y navegar más y desconocer más, también.
Y el mundo, que es grande (qué digo grande, infinitamente explorable, pues el tamaño de las cosas es una mera cuestión de persepectiva) tampoco deja de rodar.
Así navegar y conocer otros mundos dentro de éste, y afuera también.
¿Sería también mundo el de afuera?
Para contestar fue necesario seguir navegando.
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