te vi venir, Tebi
como conejillo de indias
mal traducido
casi le pego así a tu apellido
hyphenado pa que suene más acá
bien-pinche-intenso
desde Michoacán
andaba ya bien inspirado
año dosmil y algo (ochenta y seis, en realidad)
pues hasta de los amigos del pasado
pudimos encontrar tema común
como aquél mamador
yo quería mamar
con la lengua
abrir alguna compuerta
ser la clave de algún círculo-futuro-anterior
pero mi lengua y tu lengua
no se encontraron
hablaron de algo no nombrado
del disgusto de un solo taco
de ojo, de trompa, de dos
empecé por la oreja
chiquita y bien pegada
también, obvio, agujerada
así como manda dios
¿crees?
¿todo o nada?
¿coincidencia?
ya después de treinta y tantos, todo es ciencia
y la magia queda relegada
al recuerdo de los dos mils
en una botella de vodka quebrada
en la vergüenza de ser quienes somos
de desear lo que deseamos
desde el nivel rodillil hasta el álmico
pasando por lo pragmático
y (casi) llegando
de mis cosquillas a tu fin
me regalaste este poema
si puedo llamarle de alguna manera
inspirado en el silencio
de lo que Arjona nunca enunció
te lo regalo de regreso
hazle espacio en tus oídos
del círculo conversacional al infinito mal dibujado
déjame abrir con la clave de lo disfrutado
y cerrar con la imperfección en que te-bi.
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